
shuttershock.com
Fue así como Clayton y su modelo Chelsea pusieron rumbo al viñedo de Miraflores en Placerville, una ciudad de California, para obtener aprovechar los matices del viñedo Mediterráneo y así añadirlos a su sesión fotográfica. El resultado final fue una sesión que mezclaba sentimientos de romance y fugacidad del tiempo, todo ello conseguido gracias al paisaje Californiano, un vino delicioso y una cortés modelo que portaba ese vestido hecho a medida.